A MI ESPOSO Y COMPAÑERO DE TANTOS AÑOS

Cuando estemos viejos aún tomaré tu mano

igual que aquel apasionado y primaveral día

donde el temblor era ese frágil hilo humano

que refería todo lo que tu amor me producía

y un lejano día, ya vieja, temblarán de nuevo

estremecidas ya por lo añejo de nuestro amor

hoy igual que un buen vino revalida el viñedo

la misma viña será albergue de nuestro fragor

Juro que el afecto con el que hoy te acompaño

llenará tibiezas, egoísmos, dolores e hipocresía

entonces compañero mío, serán nuestros años

preñados de chochez, finos recuerdos y poesía

Andaremos juntos. Sensatos, viejitos inquietos

recreando en nuestro ser, las cuatro estaciones

donde en una de ellas florecerán hijos y nietos

que serán nuestra obra y mutuas justas razones

Te mostraré que serás mi novio aún en la vejez

y nos arruncharemos como empalagosos ositos

también poseeré un espejo que te refleje mi ser

y todos los 7 de diciembre fulgurarán los viejitos

Un día lejano la historia dirá que fuimos guerreros

porque forjamos una vida de búsqueda constante

hicimos bien las cuentas y las dejaremos en ceros

dándole sentido al momento con el mejor talante

Dirán que le facilitamos inspiración a la tristeza

y que nos graduamos juntos en una gran maestría

que tasamos lo positivo y derrotamos a la pereza

y lejos de guerras, conquistamos amor y sabiduría