GOTAS DE VERDAD

El hormiguero humano: miseria y hambre, hipocresía y opresión. Gotas de verdad de un enigma indescifrable

POESÍA

Margoth Parra Villa

4/8/19911 min leer

Es la caterva humana

enigma indescifrable

desbordamos pasiones

y atacamos la verdad

algunos afloran

pensamientos obscenos

otros ahogan a la obscenidad.

Hay quien camina erguido

luciendo con orgullo

sus múltiples estrellas

de miseria y hambre nacidas

otros van con sigilo

arrasando cual trombas

su nombre, liberticidas.

La mayoría trabaja duro

ya no suda la frente

transpiran enteros los cuerpos

pagan impuestos éstos

y estos son las más tristes

ellos procesan el llanto

para que beban los más sedientos.

Algunos dibujan risas

o sonrisas de esperanza

esperan sobras de vida

aguardan retazos de bonanza

acechan con premura

amplios y diáfanos futuros

o acarician mudos a la desesperanza.

Con infladas y claras lágrimas

algunos van regando

la tierra que ahora pisan

pisan a éstos los ecos

de la macabra carcajada

del que se siente dueño

de honras y desdichas.

La prostituta muestra su sello

y ahonda la marca en su seno

en ese mismo que acuna

el fruto de su antiguo hechizo

y aquella que la señala

hizo lo mismo que ella

pero aquel le dio su permiso.

Hay quienes se portan como perros

ladrando a los indefensos

y muerden con harta saña

si se les da oportunidad

y las huellas de su impotencia

dejan marcas indelebles

en gran parte de la humanidad.

Hay vejetes harapientos

hay reverentes ancianos

cuando uno está junto al otro

se miran, pero no se ven

el uno declina en la cumbre

el otro sucumbe en abismos

de aversión y desinterés.

Nace un precioso niño

entre sedas y organzas

nace otro igual de bello

en rosario de hambre y lágrimas

para el primero, festín

para el otro niñito humano

está el dolor acechando.

Abruptos caminos soñolientos

envuelven a la mayoría

otros y éstos son muy pocos

tienen su sitio en la cima

y desde este especial solio

cortan y truncan destinos

y masturban las conciencias

El hormiguero humano

a su manera crece y decrece

sube siempre la economía

y baja la temperatura

en el corazón del hombre

echan raíces los odios

pero florece aun el amor